¿Amor? o solo enamoramiento

Un problema que afrontamos hoy en día es la confusión creada entre el enamoramiento y el amor. El enamoramiento es una chispa que desencadena un fuego de pasión que, como toda fogata, termina por quedarse sin combustible y apagarse. El amor, en cambio, ocurre cuando
después de la llama del enamoramiento, se toma la decisión consiente de cada día alimentarlo con madera fragante y cuidarlo de cualquier tormenta que atente contra su calor. El amor de verdad que, aunque es difícil definirlo, podemos acercarnos a la realidad del sentimiento sin ilusiones. El amor auténtico es capaz de perdurar en el tiempo que regala una felicidad sincera, una cotidianidad enriquecedora donde la pareja, puede crecer personalmente y en conjunto. La persona que te ama de verdad te cuida y te protege. Te hace sentir especial en su vida y decididamente busca tu felicidad. Esa felicidad que no necesita controlar a nadie. La misma felicidad en forma de amor que no pelea para que ella o él cambie. Este es el amor del que les hablo que se construye entre dos, que están felices de vivir juntos porque hay aceptación total. Así, pueden estar desnudos del alma y ser totalmente honestos sobre sus deseos, sus realidades más profundas, sus miserias, sus alegrías, sus dolores, sus miedos o sus esperanzas de futuro, porque no se hacen problema en conocer a la persona amada. Al ser el amor real tal como es, no habrá necesidad de máscaras, mentiras o engaños para ser aceptado por el otro. Porque ambos saben que sea como sea, ninguno será rechazado por ser como es. Este es el verdadero amor, cuando no hay necesidad de fingir, aparentar, ocultar o disfrazar las cosas, porque ambos nos hacemos amigos, novios, amantes, compinches y cómplices de la vida. El amor verdadero no necesita artificios ni se sustenta en esa magia donde las cosas salen bien porque supuestamente es el destino. Obviamente, eso no quita que exista esa chispa donde la casualidad, tuvo quizá gran parte de culpa de que dos personas se encuentren, lo que verdaderamente importa, es el día a día, ahí donde las pequeñas cosas, edifican una auténtica relación. Al tener este pacto de sinceridad, caminamos con la pareja juntos por la vida, con la certeza que nada ni nadie, tendrá el poder de destruir la relación de amor que juntos hemos construido y que se convertiría en amor de verdad.



 Fuente: Ramón Torres Psicólogo